Últimamente estoy pensando -más de lo que debería a veces- y llego a extrañas conclusiones que muchas veces prefiero no sacar al exterior.Lo cierto es (y nos pasa a todos) es que con el paso del tiempo maduramos. Las experiencias tienen efecto en nosotros mismos y llega un momento en el que nos reímos de todo lo que anteriormente nos había parecido un mundo. Pasamos por situaciones complicadas, personas que entran en nuestra vida sin pedir permiso -y en ocasiones nos agrada bastante- y personas que se van sin ni siquiera despedirse. Es la ley de la vida pero ¿Quién ha impuesto la ley? Que yo sepa a mi puerta no ha llamado nadie para preguntarme si me parece bien..
He sentido la necesidad de escribir. Me relaja, me hace meditar y me hace reflexionar. Quizás en más de una ocasion me he ahogado en un vaso de agua pero escribir me hace ver las cosas de otro modo, desde otra perspectiva.
Como dice un buen amigo mio "Lo hecho, hecho está". Ahora toca seguir otro camino, toca coger un rumbo diferente, el que me haga llegar a lo que quiero, y a alguien que me quiera.
Creo que ahí esta la clave, seguir escribiendo en lo que encuentro mi camino..
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